Vos audita perit; litera scripta manet.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Belleza efímera.

La noche. Bonita situación. Todo completamente oscuro, salvo por algunas farolas de luz ciega, las estrellas, y por supuesto, la Luna. Precioso, ¿no creéis? Pero, no hay estrellas. Ni Luna. Sólo gotas. Gotas de agua, cayendo de las nubes, que por su espesor y color, se camuflan con el negro cielo. Una ventana cerrada. Gotas inmensamente cargadas de agua caen sobre ella. Sobre todo. Ruido. Olores. ¿A quién no le gusta el olor de la lluvia? Ese olor a limpio, a fresco, que te llena los pulmones de oxígeno puro. Ese olor a césped mojado, a tierra empapada. Esa visión de los coches llenos de gotas de agua, repletos, por pequeñas grandes dosis de H2O. Oh, sí. La felicidad de un niño pisando un charco, empapandose, ensuciándose de barro hasta la cabeza, disfrutando uno de los mayores placeres vitales. Esa niña en mitad de la calle, sacando la lengua para atrapan las gotitas de agua que se filtran por su boca. Con los ojos cerrados. Se sienten todas y cada una de las partes donde cada pequeña, gran, gota de agua se posa en nuestra ropa, haciendola así, pesada y húmeda, pudiendonos provocar, debido a la brisa, un resfriado. ¿Y qué? ¿Qué más da moquear uno, dos días, qué más dan los dolores de cabeza momentaneos, qué mas dan los dolores articulares, si se pude disfrutar de la lluvia? La lluvia. No sé de donde viene ese nombre. No sé quién es el chalado que decidió llamar ''lluvia'' a tal proceso natural. No lo sé. Pero sé que acertó. Lluvia. Hermosa palabra, ¿verdad? Concuerda con su significado. Preciosidad en estado puro. Pues, ¿qué es de la lluvia, sin gente saliendo a la calle, para disfrutarla? ¿qué sería de las películas románticas, sin sus bailes bajo la lluvia? ¿qué sería del mar sin fuente de alimento natural? Sí, dicen que la Naturaleza es sabia. Verdad es. No hay mejor inventora, descubridora, que la Naturaleza. Bien es sabido que hay gente que o bien no la utiliza, o que no la sabe utilizar, o que la usa es exceso. Todas las anteriores posibilidades, son erróneas. Obviamente, el ser humano evoluciona. Y necesita de la naturaleza para desarrolarse. Pues no están mal edificios, calles, parques, y alguna que otra ¿por qué no? central nuclear de vez en cuando. Pero todo en su usta medida obviamente. El problema no son estas instalaciones, sino la gente que las usa/desusa. Pues no está bien derramar vertidos tóxicos a un río. Pero tampoco está bien cerrar miles de centrales porque hagan feo al cuadro. Pero no hablamos de eso. Hablamos de lluvia, ¿no es así? Por supuesto, ambos lo sabemos. Lluvia. Cada vez que repito la palabra, me gusta más, ¿no te pasa a tí también? Bueno, tal vez sólo sea agua, pero, es el agua es el estado más hermoso de todos. Es agua volando. Agua cayendo. Desde miles de metros más arriba. Como los paracaidistas. Agua en parapente, ¡qué ironía! Agua cayendo para acabar en un punto, y desaparecer, mezclarse con otras sustancias, y ser impura. Pues dicen que lo bonito es efímero, y no dura para siempre.

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