Son los pequeños detalles, los que hacen que todo cambie. Son aquellos, que nos hacen pensar que la vida es maravillosa. O aquellos que nos hacen pensar en lo que estamos haciendo. También son aquellos, que te pueden amargar la existencia. Duran un segundo, un intante que hace que todo sea diferente. A veces, te das cuenta instantaneamente de que ha surgido. Otras, en cambio, no nos damos cuenta del chasquido hasta mucho tiempo después de que ocurra. Dejan huella tras de sí, y sabotean nuestro manera de tratarnos los unos a los otros. Valorar los pequeños detalles hace que crezcamos como personas, dándonos cuenta, así, de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Pero, a veces, tales detalles, no son para nada aconsejables. Rompen tu aura. Te dejan hecho polvo, y no levantas cabeza. Sí, sólo a veces.
Tal vez, hoy ha ocurrido algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario