Vos audita perit; litera scripta manet.

sábado, 30 de abril de 2011

La vida y sus sensaciones. Cada una de ellas, diferente a la anterior y a su situación. Con cada palabra y acento diferente. Cada mirada, y su cosquilleo interno. Cada palabra y la sensación de caer al vacío. La necesidad de cerrar los ojos cada vez que me tocas, y cómo no, querer sonreír cada vez que me miras.
Porque yo soy yo, y mis circunstancias. Y tú eres todo y todo lo que ello conlleva. Cada momento, cada sensación, espontánea.
¿Qué hacer si...? ¿Y si no...?
Es creer que él puso la Luna en el cielo, y que nadie antes la ha pisado, pues contaminaría todos y cada uno de los detalles que hacen que le quiera.
O pensar que cada estrella del firmamento es uno de los besos que me dará. Que cada caricia suya, es obra del vientro que travieso, se cuela por la habitación. Que cada palabra es el Capricho nº 24 de Paganini, y cada sonrisa, el Amanecer de Pier Grint.

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