Hoy podemos dibujarnos
las arrugas de la piel
y los restos de sudor
después del polvo.
Podemos dejar para después
cualquier intento de suicidio
y enajenarnos en lo bonita que es la playa
cuando llueve desde dentro.
Equivócate, que cuando te equivocas
el caos y el cosmos se van de birras
y no vuelven hasta las seis.
Quédate, que cuando te quedas
se me incendia el pecho
aunque me corten la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario